Debo reconocer que no es de las películas que más me apasionan de este gran director. sin embargo, la construcción de los personajes es todo un arte. Acabé odiando a Rhys Meyers y la jovencita Johansson, que al principio me pareció demasiado provocadora termina, por darme lástima. Y si el 'quid' de una película buena es provocarte emociones; bueno, ésta me las provocó.
El film refleja la alta sociedad londinense reacia a introducir en su círculo a personas de estratos sociales más bajos. Criticable: el ritmo. Demasiado lento al principio y muy rápido al final.
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